Factores que inciden sobre el operador y pueden necesitar supervisión.
Cuando realiza su trabajo, el supervisor debe tener en cuenta algunos elementos que se entrecruzan con el motivo por el cual el equipo solicita sus servicios profesionales.
En primer lugar, debe considerar el nivel en el cual se sitúa la dificultad o bloqueo del caso. ¿Cuál es el problema o el motivo de la consulta?
En segundo, la relación emocional entre los miembros del grupo, y las resonancias emocionales que les involucran entre sí y con el caso. Aquí es importante tener en cuenta el momento del ciclo vital de operador, su experiencia vital enfrentada a la experiencia o vejez del paciente, el grado de accesibilidad emocional que tiene con otros miembros del equipo, su sensibilidad a la exposición pública, etc.
En tercero, las capacidades y competencias profesionales del operador: formación, creatividad, su nivel de tolerancia a posibles descalificaciones o cuestionamientos. Su capacidad para entender empáticamente los temas universales: miedo, muerte, soledad, amor, despedida. (es decir, su cultura vivencial). Su propia ansiedad al tratar estos temas y la forma de haberlo hecho en su propia FO.
Finalmente, como ya he señalado antes, es importante -en cuarto lugar- que el supervisor tenga en cuenta la posición del operador en la organización, la percepción del reconocimiento o valoración de su trabajo, las agendas públicas y privadas y el marco en el cual sus intervenciones pueden y han de realizarse.