Dos percepciones temporales acompañan siempre nuestro humano trasegar, el cambio y la permanencia, como las dos caras, opuestas pero complementarias, del ying y el yang, del día y la noche, en una armonía de opuestos que se necesitan y complementan y que, luchando, se equilibran. Permanencia sin la cual la solidez de la vida perdería ese estado, transformándose en un flujo continuo y caótico, desmadejado, informe; cambio sin el cual no habría crecimiento, creatividad o transformación posible, sino anquilosamiento y muerte, consunción. Queremos ser y queremos seguir siendo, impelidos por los que los antiguos llamaban conatus, que es la fuerza de la permanencia existiendo. Pero, para ello, no nos cabe sino aceptar la inexorabilidad del cambio y del movimiento continuo. Vivir es eso, no otra cosa. Una fuerza transformadora, un impulso que toma pujanza de lo que ya hay para hacer real lo que aún se adivina solo potencialmente.
Y como nuestra organización está viva, andamos viviendo en carne propia lo que significa permanecer y cambiar. Por todas partes se anuncian señales que nos indican la proximidad de los cambios. MOSAICO, la revista que se hace eco de cuantas voces significativas nos hablan de la terapia familiar en España, Portugal y Latinoamérica, está más viva que nunca, y por ello la hemos de situar en la punta de lanza de estos cambios que se aproximan. En breve, nuestros socios podrán disponer de al menos dos números digitales de la revista al año, reservando todavía el ejemplar sólido de papel para la edición de congresos y jornadas. Permanencia, pues, y cambio.
Estamos trabajando para que este tránsito sea lo menos doloso posible para nuestros socios, porque se impone esa transformación si queremos sobrevivir y, sobre todo, si pretendemos seguir siendo punteros en la edición de artículos en español y portugués en nuestro ámbito cultural. Sin alharacas, dando voz a nuestros investigadores y terapeutas familiares, ha llegado MOSAICO a ser la revista con mayor número de lectores en nuestra lengua. Se dice pronto, pero ha sido el trabajo en comandita de muchos, su generosa colaboración. Pretendemos, así, seguir por ese camino, alcanzado a través de las redes a cuantos lectores potenciales que, allende nuestras fronteras, solicitan acceso a los artículos de la revista tan pronto como tienen conocimiento de nuestra existencia. Es un reto, pero también una oportunidad, que queremos encarar y aprovechar con la ayuda de todos.
Tienes entre las manos, pues, lector y amigo, el ejemplar en papel que, por contendidos, toca este año. En breve y a través de las asociaciones y de nuestra página web (www.featf.org) informaremos acerca del procedimiento para acceder a las siguientes publicaciones. No queremos perder a nadie por el camino, sí ganar otros lectores.
Con todas las virtualidades que lo digital ofrece, pondremos también a disposición de nuestros socios los números anteriores, por si alguien se perdiera alguno en su momento. Esperamos que este cambio en ciernes sea del agrado de la mayoría y permita un mayor y más rico intercambio entre nosotros, con foros de debate y otros instrumentos como la digitalización e indexación de los artículos, lo cual favorecerá su consulta temática y la posibilidad de acceso a cuanto se ha publicado durante estos años. Nos hacemos más grandes y mejores. Y, como os necesitamos, os invitamos a acompañarnos en esta nueva aventura vital.
Javier Ortega Allué
Director de Mosaico